Muchos se preguntan cómo algunos jóvenes pueden seguir en Redes Sociales a los perfiles de las asociaciones pantalla de El Yunque. Argumentan que muchas de sus protestas son desproporcionadas y exageradas. La causa es simple a la vez que retorcida: El Yunque crea una atmósfera de persecución.
Las Redes Sociales tienen la capacidad de recrear el mundo. Múltiples personas interactúan compartiendo información personal y noticias, opinando y debatiendo.
Sin embargo, este mundo nuevo tiene un sesgo: no es una muestra representativa de la sociedad, sino una sección más o menos homogénea de ésta. En general, dicha inclinación hacia una u otra tendencia suele estar en consonancia con los intereses e ideas de cada usuario. Ello es debido a que la información visualizada suele proceder de un entorno relativamente cercano, pero el aspecto es de universalidad.
De esta manera, una persona interesada en un cierto deporte -por inusual que éste sea-, al abrir Facebook o Twitter encontrará rápidamente contenido relacionado con ello, pareciendo que es algo extendido.
Así, si un usuario tiene entre sus contactos a otros que comparten informaciones de El Yunque -con su marcado carácter victimista y de confrontación-, terminará creyendo que vive en una situación de persecución.
Por ello, aunque al principio pueda pensar que es exagerado, con el tiempo terminará aceptándolo como real. En consecuencia, verá necesario reaccionar y se sumará a compartir dichos contenidos, contribuyendo a crear la mencionada atmósfera artificial de persecución.
El problema se agrava cuando existen elementos reales de persecución. En estos casos suelen darse dos situaciones contrapuestas:
Como parece lógico, ninguna de las respuestas es adecuada, ya que proceden de un análisis erróneo de la realidad.
La única solución posible parece pasar por un adecuado contraste de las informaciones. Ello implica evitar entrar en esa atmósfera artificial de persecución que crea El Yunque y buscar una visión amplia de la realidad: juzgar cada situación con objetividad y templanza para hallar una solución adecuada, justa, proporcional, ética y eficaz.
Texto revisado por Francisco de Asís.
Entre unos y ceros. Apasionado de la comunicación, el marketing digital y la programación; de la montaña y el ciclismo -si van de la mano, mejor-. Cubrí el último Cónclave.