El Yunque se ofrece, luego presiona y finalmente exprime

🗓️julio 15, 2014 |

Las mafias que tuvieron su momento de gloria en los años 20 del siglo pasado nacieron como un especie de servicios de seguridad privados y justicieros sin escrúpulos.

Si en tu negocio robaban o no pagaban las deudas, la mafia se encargaba de que nadie entrase y de recuperar tu dinero.

Como los métodos empleados para ello no eran precisamente morales, la gente de bien no “contrataba” sus “servicios”.

Como las mafias no se iban a quedar de brazos cruzados, desperdiciando una oportunidad de “negocio”, recurrían a la extorsión, o simplemente prestaban el “servicio” por su cuenta y luego “pasaban factura”.

Así, durante varios años grupos mafiosos gozaron de un enorme poder, aprovechándose de los problemas de los demás.

El patrón de actuación de estas mafias es muy similar al de “El Yunque”:

  1. Detectan un problema.
  2. Se ofrecen para solucionarlo, pero con sus propios métodos.
  3. Sin importar la respuesta obtenida, presionan aplicando su estrategia (recogida de firmas, manifestaciones, encierros, acosos, manipulaciones de la realidad,…).
  4. Finalmente la “exprimen” en su propio interés:
    1. Si fracasan, la culpa será de quienes se han opuesto a ellos y se presentan como mártires.
    2. Si se cumplen los objetivos, ellos son los héroes y como tales “conquistan” la iniciativa que han apoyado, la absorben (por acuerdo o de hecho) y la utilizan como una plataforma satélite de su sociedad secreta.

El Yunque se ofrece, luego presiona y finalmente exprime

Para muchos resulta difícil comprender que esta ayuda envenenada les perjudica seriamente por dos razones:

  1. Están aceptando la ayuda de un lobby que aumenta la crispación, siembra división y radicaliza más aún a quienes atacan.
  2. Se está alimentando una sociedad secreta sectaria que se aprovecha de quien pasa por un momento de debilidad, en especial de los cristianos perseguidos.

El problema se agrava al implicar a la Iglesia en sus iniciativas, actuando como supuestos católicos y tomando por su cuenta la representación de ésta.

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José Luis N. Quijada

Entre unos y ceros. Apasionado de la comunicación, el marketing digital y la programación; de la montaña y el ciclismo -si van de la mano, mejor-. Cubrí el último Cónclave.

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