Santiago Mata: El Yunque siempre tendrá necesidad de engañar a la Jerarquía

🗓️mayo 14, 2017 |

En la entrada anterior vimos algunos aspectos que destacó ACI Prensa de un comunicado que atribuían a un dirigente mexicano de El Yunque. En ésta, profundizaremos abordaremos algunos aspectos históricos del mismo.

Para ello hemos preguntado al periodista e historiador Santiago Mata. Santiago es uno de los pioneros en la investigación sobre esta organización en España y autor del único libro sobre El Yunque en éste país europeo, titulado “El Yunque en España: la sociedad secreta que divide a los católicos” (Ed Amanecer). Se trata de una de las personas que mejor conocen los orígenes de esta sociedad secreta.

El Yunque siempre va a tener la necesidad de engañar a la Jerarquía

Pregunta: ¿El Yunque se funda como organización secreta o discreta? ¿Había razones para ello

Respuesta: En 1953, en México la Iglesia no tenía reconocimiento civil, por tanto toda actividad que se organizase en su defensa podría ser problemática. Pero de eso a justificar el recurso a la mentira y a organizarse mediante un juramento que vincula en nombre de Dios, hay un salto que nunca debió darse. Ni entonces ni en la época de las guerras cristeras (1926-1929 y 1934-1938), cuando, desde el primer momento, los obispos condenaron a las sociedades secretas que sometían a juramentos de ese tipo a sus miembros, como por ejemplo las Brigadas de Juana de Arco.

P: En el comunicado, afirman que San Juan Pablo II, en Polonia, perteneció a grupos reservados ¿Son comparables El Yunque y los grupos a los que perteneció el pontífice?

R: No creo que un santo haya pertenecido a una organización que, sin contar con el juicio de la Iglesia, somete a sus miembros a un juramento cuya transgresión se afirma que implica la condena del alma. Al contrario, lo que es pecado mortal es usar el nombre de Dios en vano.

P: ¿Realmente pretendían en El Yunque “solidez doctrinal y organizativa”?

R: Pretender quizá pretendieron eso, pero recurrieron a medios ilícitos, como es el juramento sacrílego y la mentira para negar la existencia de su organización.

P: ¿Cuál es la relación entre El Yunque y «La U»?

R: Ninguna real, más allá de que se pueda constatar el hecho de que hubo eclesiásticos mexicanos que promovieron sociedades secretas; en el caso de La U, se constituyó también como asociación canónica y su fundador llegó a ser arzobispo de México. El Yunque en cambio fue fundado por un jesuita.

P: ¿La Iglesia mexicana apoyó a El Yunque?

R: Es cierto que entre los eclesiásticos mexicanos hubo quienes reaccionaron firmemente contra las sociedades secretas y otros que, en cambio, las fundaron.

P: ¿Entonces, no se puede hablar de un apoyo generalizado?

R: Lo que fue generalizado fue el abandono forzoso de la grey por unos pastores que fueron obligados a emigrar, y que en esas circunstancias cada uno «hizo de su capa un sayo» o tomó en conciencia las decisiones que consideró oportunas, y que en la improvisación contra un enemigo masónico, comunista, etc. muchos decidieron copiar las acciones de esos enemigos, sin caer en la cuenta, de que eran anticristianas y de que de entrada no es cristiano responder al mal con el mal.

P: ¿El apoyo que pudiera haber partía del conocimiento real de la organización?

R: En el caso del Yunque, más bien han recurrido a asociaciones tapadera de apariencia bondadosa para obtener el aplauso o beneplácito de los obispos.

P: ¿El apoyo era debido a los fines de la organización, o a necesidades excepcionales del momento?

R: Por ser una organización secreta, nunca se someterá al control de otra organización, y por lo tanto tampoco de la Iglesia, pero como su fin era defender a la Iglesia -con medios ilícitos, eso sí-, siempre tendrá esa permanente necesidad de engañar a la Jerarquía y chupar la sangre de las organizaciones y personas católicas.

P: ¿Buscan «religiosos y sacerdotes les conozcan y auxilien», o que compartan su visión?  

R: Siempre recurren a hablar de valores porque los cristianos solo pueden compartir con ellos ideas, cuando se entra en los hechos y se ve que ellos justifican la mentira para ocultarse, entonces se descubre que se consideran superiores a los demás, y por supuesto que nunca van a aceptar una espiritualidad que implica sacrificarse y dar la vida por los demás, ellos buscan gente que de la vida -y el dinero, trabajo, etc.- para vivir ellos a gusto: y claro, el cristiano, cuanto más abnegado es, desde el punto de vista de ellos, más idiota y más fácil de atraer para que trabaje por sus «valores», siempre y cuando no se pregunte a cuál de los dos señores está sirviendo, si al Dios que se usa como bandera, o al diablo al que se sirve porque es el señor de la mentira.

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José Luis N. Quijada

Entre unos y ceros. Apasionado de la comunicación, el marketing digital y la programación; de la montaña y el ciclismo -si van de la mano, mejor-. Cubrí el último Cónclave.

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