Es extraño el día que no encuentro por Facebook alguna noticia procedente de asociaciones tapadera de El Yunque o de su medio de comunicación.
Antes de leer su origen suelo intuirlo. Su estilo es fácil de reconocer. Su titular, casi siempre, está redactado en tono de denuncia. El texto inferior, cuando no lo ha hecho ya el titular, señala a un culpable.
La fotografía principal suele ser impactante. Hay que reconocer que tienen habilidades comunicativas.
Si nos adentramos en el contenido, con independencia del tema, el tono es el mismo y tiene dos elementos imprescindibles:
Tal vez, llegados a este punto, querido lector, se pregunte cuál es el problema. Es lógico pensar que si realmente hay un ataque, no solo no es malo, sino que es muy bueno difundirlo.
Es cierto. Una buena manera de impedir ataques a las libertades en una democracia es difundiéndolos. Pero antes de ello hay que preguntarse: ¿El ataque es real? ¿Los términos de la denuncia social son adecuados? ¿La reacción produce un daño mayor que el que se pretende impedir?
No podemos perder de vista -cuando nos referimos a El Yunque- que nos encontramos ante una sociedad secreta nacida en un contexto de persecución.
¿Qué quiere decir ésto? Es simple: para mantener el secreto -El Yunque- recurre sistemáticamente a la mentira abusándo para ello en la restricción mental-, es para ellos una actitud asumida; su existencia y carácter reservado solo se justifica como estrategia ante un enemigo peligroso del que ocultarse.
Combinando los dos elementos anteriores, no debería sorprender que usen la mentira y deformen la realidad hasta presentarla como una situación de abierta persecución contra los cristianos.
Por tanto, y volviendo a las preguntas anteriores, no es de extrañar que el ataque denunciado no sea tal, o -al menos- no se presente con objetividad. Es lógico. ¿Cómo esperar que quien niega pertenecer a una sociedad secreta de la que forma parte diga la verdad cuando cumple órdenes de la misma? ¿Cómo se puede esperar que sean una fuente de información veraz?
Tampoco debemos olvidar los términos en que se plantea la denuncia. No solo en lo que respecta a la veracidad de la misma, que es un elemento fundamental. Además, cuando se alerta de una situación injusta con el fin de cambiarla, se debe hacer de manera que se ayude a ello.
Para los enemigos de la Iglesia, la crispación es una herramienta esencial. Si se redacta un texto-denuncia fomentándola, en lugar de contribuir al entendimiento y lograr así una rectificación, el efecto es el contrario: fuerte oposición y el cierre de todas las vías de diálogo. Por el camino de la crispación, solo se logra que los ataques se multipliquen en número e intensidad.
Texto revisado por Francisco de Asís.
© 2021 Conozca El Yunque. Todos los derechos reservados | Soporte por J&L
4 comentarios en “Tapaderas de El Yunque como fuente de información”
Muchas gracias por hacer un trabajo tan valioso.Esa organización más parecida a la masonería que al cristianismo está causando mucho daño.
¡No hay de qué! Ellos se consideran a sí mismos como una ‘masonería blanca’, pero el color es lo de menos. A la postre es un grupo secreto que utiliza la mentira para manipular a la sociedad. Incluso si los objetivos fueran buenos, al emplear medios malos, ya están haciendo daño.
Es importante para algunos que existan otras asociaciones a las que acudir para defenderse de la ideología de género y del aborto. Y si no existen, la iglesia acepta el mal menor. La información que llega del yunque a veces es la única que hay, y se necesita, aunque se deba pasar por un filtro para quitar su estilo de ataque personal al pecador en vez de denunciar el pecado.
No son el mal directo. La ideología de género y el aborto si lo son. Y contra ese destrozo de la infancia hay muchos que se unen en la batalla que no son católicos pero también luchan. Los musulmanes y protestantes que luchan contra el aborto y la homosexualidad se unen por una causa común. Y muchos católicos queremos que se unan para poder vencer ese monstruo, aunque tengan herejías y no serán católicos. Solo se unen en eso. Y los bebés y la pureza de los niños necesitan esa unión para vencer el mal. Porque en ese punto tienen un poco de luz, gracia habitual no sacramental.
Pues lo que aceptamos de musulmanes y protestantes para unirnos contra el mal también lo aceptamos del yunque, para coger lo bueno y desechar lo malo. Alertamos de que nadie se una a la sociedad secreta, pero aprovechamos su información y aceptamos que se unan a nosotros en lo que tenemos en común.
Transmitimos su información modificando su ataque al pecador por la denuncia del pecado. Y en todo discernir y quedarse con lo bueno. Algo de luz tienen, aunque sea poca, y en eso hacen algo de bien. El diablo no hace nada de bien
Muchas gracias por el comentario.
Es cierto que podemos y debemos colaborar con todo aquel que busque el bien. También con quiénes piensan o creen de manera diferente.
Pero buscar el bien es inseparable de tratar de actuar rectamente.
El problema de colaborar con El Yunque es que también se da fuerza a sus a sus medios, muchos de ellos objetivamente malos. Es incoherente hacer el mal para conseguir el bien.
Respecto al uso de sus informaciones sucede algo parecido. Tomar por válidas fuentes de información sesgadas que no buscan la verdad, sino crear sensaciones en el receptor (especialmente de persecución),es aún peor que estar desinformado.
Todo ello &unido a su infiltración oculta- crea un clima de desconfianza que rompe la unidad.
Aunque pueda parecer que hacen bien, éste no es más que una fachada, un engaño que evita que el bien avance y deja el campo libre al mal.