El Yunque siempre lleva la voz cantante. No importa que no dependa de ellos la organización de un evento. Frente a la discreción que caracteriza a los activismos de inspiración cristiana, las asociaciones tapadera de esta sociedad secreta inundan los lugares por donde pasan con sus símbolos y colores. Operan mediante tapaderas que inundan todo a su paso.
Quienes portan estas insignias, en su inmensa mayoría, desconocen lo que se esconde tras ellas. Simplemente piensan que se trata de los ‘colores’ de aquello defienden. Así, pese a ser un grupúsculo insignificante, El Yunque hace más ruido que el resto de asociaciones que, de forma transparente y honrada, trabajan por un mundo mejor.
Tal vez usted se pregunte ¿qué problema hay en que se les vea a ellos?
La respuesta es muy simple. No es honrado apropiarse del mérito de otros. No creo que a usted le guste lucir los colores de unos ‘trepas’. Menos aún de quien le está utilizando para fines distintos a los que usted defiende. Con mayor motivo si le están engañando contándole solo una parte de la verdad, acompañada de varias mentiras, para lograr que usted se ponga la chapita correspondiente.
Pero no se le ocurra decir esto o se convertirá en un envidioso que no soporta que las ‘iniciativas de otros’ triunfen. Preparese para ser considerado un obstáculo para la defensa de la vida y de la familia, una persona non grata de la que debe huir todo hombre de ‘bien’.
Ellos se aprovecharán. Sus tapaderas inundan todo a su paso. Se apropiarán del trabajo de otros y lo utilizarán para sus propios fines. Si alguien les para los pies, será un envidioso que busca su gloria y no defender lo que dice. ¿Paradójico, verdad?
Aquí le proponemos tres formas:
1.- Rezando, rezando y rezando más (es la más importante).
2.- Negándose a usar sus símbolos.
3.- No permitiéndoles adherirse a lo que nació ‘limpio’ en la verdad y en la luz.
Entre unos y ceros. Apasionado de la comunicación, el marketing digital y la programación; de la montaña y el ciclismo -si van de la mano, mejor-. Cubrí el último Cónclave.