Vendiendo éxitos, cosechando fracasos

🗓️diciembre 2, 2014 |

En el activismo no siempre se cosechan éxitos. Máxime cuando se está actuando de manera poco – o nada – limpia en áreas en las que la honradez es un signo esencial de coherencia.

Este es el caso de “El Yunque”. A las trabas que existen para defender todo aquello en lo que dicen creer las asociaciones de “tapadera” hay que añadir su interés por otros objetivos.

Tal vez por su dispersión en los intereses. Quizá por que su mesianismo les impide asumir cualquier derrota que ponga en duda que son ellos quienes deben cambiar el mundo. Lo que está claro, es que la “Orquesta” tiene la necesidad de presentarse siempre vencedora. También en sus fracasos.

Lejos de asumir un error como una oportunidad para mejorar o la consecuencia de factores externos, “El Yunque” la presenta como un éxito.

Para ello se apoya en cuatro pilares:

  1. Contar solo la parte de la realidad que les beneficia.
  2. Reinterpretar los elementos de la realidad que les perjudican.
  3. Ocultar elementos perjudiciales.
  4. Crear un entorno subjetivo que dé marco verosímil.

Con estos cuatro elementos pueden vender un éxito tras haber cosechado un fracaso.

Imaginemos que una asociación “pantalla” de esta secta quisiera el apoyo de otra asociación con mayor prestigio. Sus delegaciones, debido a que conocen bien la relación de la “tapadera” con “El Yunque”, deciden no reunirse con ellos.

Los “elefantes” – miembros de “El Yunque” – ante esta circunstancia deciden reunirse con el portavoz de dicha asociación. Éste también se niega a recibirlos.

Pero esto no supone un problema para la “Orquesta”, ya que están dispuestos a acercarse a la sede de dicha organización, abordar al portavoz a su salida y hacer una foto de la conversación.

A sus intentos fallidos de ser recibidos por los responsables de la delegaciones y del portavoz, se suma la negativa de éste último a hacerse una foto con su logotipo.

Sin embargo “El Yunque” es capaz de vender un éxito rotundo.

El Yunque mantiene su posición vendiendo éxitos, también de los fracasos que cosecha. Para ello siguen una estrategia en cuatro pasos.

Para ello siguen se asientan en los cuatro puntos anteriores:

  1. Cuentan que se han hablado con el portavoz.
  2. Remarcan que se guardó la bandera con el logotipo.
  3. No cuentan que acudieron al portavoz ante el rechazo de los delegados.
  4. Cuentan detalles subjetivos de la breve conversación de manera que parece una reunión extensa.

Si analizamos la situación objetivamente vemos que lo único que han obtenido ha sido unrechazo educado. Sin embargo, la impresión que transmiten es la del éxito de haber hablado con esta persona. Por tanto – dicen – cuentan con el apoyo.

Pero hablar no implica obtener apoyo. Lo vemos diariamente que no por mantener encuentros y reuniones se dan apoyo mutuo.

De todas maneras, parece que esta sociedad secreta seguirá – mientras exista – intentando vender a la gente que una conversación de cortesía equivale al respaldo de toda una asociación. Nunca reconocerán el fracaso de haber sido vetados en determinadas reuniones.

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José Luis N. Quijada

Entre unos y ceros. Apasionado de la comunicación, el marketing digital y la programación; de la montaña y el ciclismo -si van de la mano, mejor-. Cubrí el último Cónclave.

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