El enorme nivel de infiltración que existe por parte de El Yunque en muchas iniciativas que nacieron con un buen fin es alarmante. Pese a fingir ayudarles, les está haciendo un flaco favor.
Les hemos contado en otras ocasiones cómo esta sociedad secreta crea asociaciones “pantalla” desde las que trabajar y la manera en que se infiltra en otras ya existentes.
Dado el alto nivel de cualificación de los miembros de la secta, son acogidos rápidamente en la mayoría de las iniciativas a las que se aproximan. Los organizadores ven en ellos unas personas con fuerza y capacidad de comunicación.
Hacen una enorme campaña de difusión, llevan jóvenes, consiguen lugares para impartir la formación,… Además, parecen tener solución a todos los problemas económicos.
Sin embargo, se trata de una ayuda envenenada. Una vez dentro, no solo intentarán hacerse con el control de la misma, sino que la usarán para sus fines particulares (los de la secta). A ello hay que sumar otro peligro: tarde o temprano serán descubiertos y será necesario poner fin al engaño.
Ello, dejará una mancha difícil de limpiar. Pocas asociaciones lo han conseguido. Siempre perdura la duda de si hay alguien más infiltrado. Sobre las nuevas personas que se adhieran pesará la sospecha de si realmente se suman a la causa o si son miembros de El Yunque que quieren reconquistarla.
Este velo de inseguridad se extiende sobre el resto de asociaciones con fines comunes. De esta forma, El Yunque destruye paulatinamente el movimiento pro vida, pro familia y de defensa del Humanismo Cristiano.
Por si fuera poco, acusan a quienes descubren esta triste realidad y ayudan a otros a abrir los ojos de “desestabilizar al movimiento pro vida”. No son capaces de asumir que con sus mentiras están haciendo mucho daño a las asociaciones con las que dicen identificarse y con ello a la causa que éstas defienden.
Entre unos y ceros. Apasionado de la comunicación, el marketing digital y la programación; de la montaña y el ciclismo -si van de la mano, mejor-. Cubrí el último Cónclave.